

Inteligente decisión, hemos optado por instalar Gas Natural para disponer tanto de agua caliente en casa como de calefacción. Con el tiempo notaremos un ahorro económico y de energía importante. Pero hay un detalle que no debe pasar por alto cara a ahorrar aún más en estos dos aspectos: dónde colocar los radiadores por los que conseguiremos esa sensación de calidez y confortabilidad en nuestro hogar. Te damos algunos consejos…
Tanto si vas a iniciar una reforma próximamente como si estás buscando un piso, sabes que para decidirte debes fijarte en mil y un detalles. Que si la distribución de la vivienda, la elección del mobiliario, la orientación… te aconsejamos tener estos y otros aspectos muy en cuenta cara a un futuro ahorro de energía, tanto tu bolsillo como el planeta te lo agradecerán. Sin embargo hay un factor que pasa algo desapercibido en este tipo de obras, la colocación de los radiadores. ¿Sabías que existen mejores formas de instalarlos cara a aprovechar el máximo los beneficios de disponer de Gas Natural en casa?
La mejor opción, sin duda, es colocar los radiadores en las particiones interiores de la pared porque no solo evitaremos que el calor se pierda por los muros exteriores sino que además conseguiremos calentar los tabiques de casa, sin que esto entrañe ningún peligro. Así la sensación de calor y confort durará aún más incluso por la noche.
Podemos pensar que colocar el radiador en casa lejos de la ventana es mejor porque lo alejaremos de una zona fría de la casa. Y esto no es del todo cierto ya que crearemos una corriente desde el radiador hacia la ventana provocando que se produzcan desequilibrios térmicos y sensaciones desagradables. El calor y el frío chocarán en mitad de la habitación y no le sacaremos todo el potencial posible a nuestra calefacción.
Por el contrario, si colamos el radiador bajo de la ventana estos desajustes serán mínimos ya que al aire tiende a subir empujando el frío hacia abajo provocando lo que se llama una “convección cíclica” repartiendo mejor el calor y de una forma más homogénea por toda la habitación. Por ello la mejor ubicación donde colocar los radiadores en casa es debajo de las ventanas ya que calentaremos el frío al pasar sobre dicho radiador.
Para el calor que se escapa por las fachadas existen soluciones muy fáciles que se pueden aplicar en la parte interna de un muro como por ejemplo el pintar la superficie de detrás del radiador con pintura termorreflectante, instalar una lámina reflectante que refleje la radiación hacia el interior, optar por aislantes térmicos o algo más práctico y fácil aún: cambiar las ventanas de doble acristalamiento. ¡Tú decides!