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Te contamos todos los detalles que debes conocer a cerca de la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Un instrumento clave para garantizar que España alcanza los compromisos medioambientales y energéticos obligatorios ante la UE y rubricados en el marco del Acuerdo de París contra el calentamiento global.

Un dato debería llamarnos la atención de manera preocupante y es que nuestro país es el que más ha aumentado las emisiones en término absolutos dentro de Europa. Y no solo eso, también hemos aumento la intensidad y dependencia energéticas a la par que hemos disminuido la tasa de energías renovables. En España 10 empresas engloban el 70% del total de las emisiones de fuentes fijas y el transporte consume ya hasta el 39% de la energía final.

Con este panorama sobre la mesa, el Acuerdo de París -que fue adoptado en diciembre de 2015- se marca como un hito de importancia histórica en la lucha mundial contra el cambio climático. ¿Cuáles son sus objetivos esenciales?

– Defender un modelo de desarrollo bajo en carbono y resiliente al cambio climático.

– Limitar el calentamiento global por debajo de los 2°C respecto de los niveles pre-industriales.

– Continuar con los esfuerzos para limitar el aumento de temperatura de 1,5°C.

– La implicación total de las Administraciones Públicas y la sociedad civil en diferentes direcciones.

En el Acuerdo de París, los Estados que lo ratificaron se comprometieron a presentar sus contribuciones nacionales o NDCs con la finalidad de alcanzar los objetivos marcados englobados en 4 grandes apartados:

– Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión por lo menos en un 40 % para 2030 con respecto a los valores de 1990.

– Aumentar la cuota de energías renovables dentro del consumo total de energía de la UE en 2030 de mínimo el 27 %.

– Mejorar al menos en un 27 % en 2030 con respecto a las previsiones de consumo energético futuro sobre la base de los criterios actuales.

– Establecer un 15% las interconexiones eléctricas.

Las propuestas normativas, concretadas en reglamentos y directivas, y las medidas presentadas en el paquete tiene como objetivo acelerar, transformar y consolidar la transición de la economía de la UE para conseguir una energía limpia. Esto ayudará a construir empleo, la reducción de emisiones y mejora de la eficiencia energética, incrementar la competitividad del tejido productivo, crear nuevos sectores económicos y, cómo no, la mejora en la calidad de vida de los ciudadanos. Priorizar la eficiencia energética, lograr el liderazgo mundial en materia de energías renovable y ofrecer un trato justo a los consumidores se vuelve imprescindible en la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética.