poner calefaccion

Las semanas pasan rápido y en cuanto menos lo esperemos el frío habrá hecho, de nuevo, acto de presencia. Toca encender la calefacción pero… ¿cómo ponerla en marcha? Quizás no te acuerdes, alguien siempre lo hacía antes por ti o tu calefacción es nueva y andas un poco perdido. ¿Cómo usar la calefacción por primera vez? Sigue estos consejos y empieza a usarla sin problema desde el minuto uno.

Imagina cuando llegue el frío, encender la calefacción y estar tan feliz en tu casa, cómodo, con un clima cálido, disfrutando por ejemplo en el sofá de tu serie favorita. Como para que ahora lleguen de golpe las bajas temperaturas y te armes un lío a la hora de encenderla. ¡No hay problema! Te contamos cómo poner en marcha la calefacción en sencillos pasos que acabarás aprendiendo y los asumirás como naturales y lógicos cada vez que quieras encender la calefacción.

Poner en marcha la calefacción

Lo primero que debes hacer es un pequeño ejercicio de observación, es decir ver que a la calefacción efectivamente le llegue la corriente eléctrica así que comprueba que ésta tiene un indicador luminoso brillando. También que las llaves del gas están abiertas para que el gas llegue a los quemadores.

Tras este primer y fácil paso, ahora viene el turno de comprobar la presión del agua. Date cuenta que si ésta no es la correcta tus radiadores no van a calentar bien e incluso harán molestos ruidos. La presión del agua en una caldera suele estar entre los 0,70 bar y los 1,2 bar, medibles eso sí cuando la caldera está fría. Ve a la zona inferior de la caldera y ten a mano el libro de uso de tu caldera, ábrela gracias a la llave de carga y verte el agua en ella.

Diferente entre acuastato y termoestato

Es importante que compruebes que las llaves de los radiadores están abiertas. ¿Cómo hacerlo? Simplemente selecciona en la caldera la función calefacción que suele estar indicada con el dibujo de un radiador y sube la temperatura del acuastato de la caldera. ¡Ojo! no es lo mismo el acuastato que el termoestato. El acuastato regula la temperatura del agua que va por los radiadores y que lo más normal es que lo puedas hacer desde la parte frontal de la caldera. Y el termoestato regula la temperatura pero ambiente y general de la vivienda. Una cosa va unida a la otra, así que sube los grados del acuastato.

Y para finalizar, con el acuastato ajustado perfectamente, selecciona ahora la temperatura del termostato del salón según tus gustos, tampoco te pases y sobrecargues el ambiente. En tan solo unos minutos tu calefacción de gas estará trabajando con normalidad y disfrutando de un ambiente de ensueño. ¡Así de fácil!