

¿Cómo saber si estamos eligiendo el mejor electrodoméstico? Aparte de su diseño, funcionalidades y precio, el etiquetado de eficiencia energética nos señala la calificación energética de un electrodoméstico según una escala que evalúa su consumo. Eso sí, a partir de 2019 todos los electrodomésticos de la Unión Europea dispondrán de un nuevo etiquetado al respecto que merece la pena conocer. (LEER MÁS)
A la hora de comprar un electrodoméstico es importante tener en cuenta el nivel de eficiencia del aparato que queremos adquirir ya que éste nos puede ayudar a ahorrar en nuestra factura de la luz a medio plazo.
En la actualidad, podemos observarlo en los adhesivos que se encuentra en los electrodomésticos a la venta donde podemos elegir entre A+, A++ y A+++ según la calidad en la eficiencia energética disponible. Sin embargo el Parlamento Europeo ha aprobado la simplificación de este etiquetado que reemplazará de forma progresiva a la actual y que deberán seguir todos los electrodomésticos ya a finales de 2019.
El cambio en el etiquetado de eficiencia energética de los electrodomésticos introducirá un nuevo baremo que irá de la A a la G. Pero esta no será la única norma al respecto, ya que se prevé crear una especie de registro de productos a fin de facilitar el trabajo a las autoridades de supervisión de los 28 estados miembros de la Unión Europea.
El objetivo es garantizar que los cálculos de eficiencia energética corresponden con los declarados por los fabricantes y también que los propios consumidores tengan una información más clara sobre la eficiencia de un aparato u otro.
Según el Parlamento Europeo, dicha clasificación se revisará cuando el 30% de los productos en el mercado comunitario reciban la máxima clasificación (A) o también cuando el 50% esté en las franjas A y B.
Además dicha normativa obligará a que el fabricante informe en el caso de modificación de la clasificación de productos ya vendidos y que su publicidad incluya la clasificación energética además de otras campañas de información para explicar el nuevo sistema a los consumidores. La Comisión Europea estima que este nuevo sistema de etiquetado podría ahorrar 200.000 millones de kilowatios a la hora, un ahorro equivalente al de todos los países bálticos.